La peculiaridad de este sistema de puntos es que se prima más la cantidad que la calidad. A más carreras de la franquicia realizadas, más puntos. Por una parte es comprensible, ya que premia la fidelidad, pero por otra en ocasiones no se premia al mejor.
Por ejemplo, en mi caso he corrido 2 carreras Ironman este año haciendo 8.100 puntos, más o menos 4000 por carrera, lo que siginifica que si hubiera corrido otro más estando al mismo nivel que en los anteriores hubiera podido estar entre los 3 primeros españoles y entre los 15 primeros a nivel mundial, estando muy lejos de esos privilegios.
Cierto es que hay que hacer una carrera buena para puntuar bien, pero no es menos cierto que a más carreras más oportunidades de estar arriba.
Sea como fuere, la verdad es que me alegra verlo y verme ahí; al final es una clasificación con unos criterios pensados y estipulados que no hay porque poner en duda. Es así porque la organización lo ha decido. Somos más de 8.000 a nivel mundial los que hemos competido este año en este grupo y yo salgo en el puesto 194, con lo que por lo menos se muestra y se demuestra que no sólo ha sido acabar 2 carreras sin más, han sido resultados muy aceptables.
Un estímulo más y una pequeña alegría que me llevo.
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