Después de varias semanas inciertas que psicológicamente me estaban quemando por la impotencia de ver que no llegaba al Ironman de New York, ahora celebro una notoria mejoría en la carrera a pie.
No he vuelto a entrenar calidad desde hace casi 6 semanas en running pero ya llevo varias tiradas largas que me hacen ver que voy a poder correr la maratón. Lo voy a hacer con reservas y con mucha precaución. No voy a correr a los ritmos que tenía previsto pero me veo en condiciones y sobre todo con ánimo de correr a una marcha aceptable.
Esta semana que empieza es la última de carga. Mi cuerpo y mi mente piden ya descanso y recuperación para la carrera. Mi cabeza ya está en New York y de lo único que tengo ganas es de verme ya allí.
Me están saliendo buenos entrenamientos con largas transiciones. Con todo esto ya sólo queda descansar y cruzar los dedos para que me salga un buen día sin contratiempos.
Motivación no me falta.
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